No puedo hacer otra cosa que comenzar mi aventura en esta página personal que hablando de otra aventura que empezó a mediados de Julio, mi niña, mi pequeña Martina, la personita que ha cambiado mi forma de ver las cosas.
Todo sucedió enseguida, el parto estaba previsto por cesárea para finales de Julio, pero Martina tenía prisa por salir y un 17 de Julio a las 5 de la mañana, Victoria, mi mujer, me dijo: «Jaime, creo que he roto aguas», así que nos fuimos para el hospital, yo más nervioso que nunca, Victoria relajada, los pocos nervios que mostraba se los contagiaba yo mismo. Me permitieron estar con ella hasta que entró en quirófano, las cartas ya estaban echadas, y poco después, a las 11 de la mañana vino al mundo mi tesoro más preciado. La enfermera me llamó, me llevó a una habitación junto al paritorio, me subí la camisa y me colocaron a mi niña piel con piel contra mi pecho, me comentaron que era para que sintiera el calor de sus padres, había nacido hacía escasos minutos, pero ahí estaba, tan pequeña, tan frágil, y durante casi una hora que estuvimos así, me sentí la persona más feliz del mundo, yo le hablaba, le decía lo bonita que era y le contaba que su madre se estaba recuperando para abrazarla, pero era mía, estábamos solos, y lo que se siente es tan fuerte, tan indescriptible con palabras, que ese momento lo recordaré toda mi vida.
Mi niña tiene ya 4 meses y medio, no para de crecer y de ganar peso, es muy observadora, balbucea constantemente y sonríe sin parar, algunos dicen que se parece a mí, otros a su madre,… sinceramente, yo sólo veo a una niña preciosa que cada vez que la cojo entre mis brazos se queda relajada y feliz, como si recordara cada día a quien dio su primer abrazo.
Me gusta pensar que durante ese rato, esa primera hora, se creó un vínculo jamás inseparable, yo soy su presente, ella mi futuro.
Jaime Núñez Cabeza 
MUY BONITO
Estimado Jaime. Lo que expresas es tan tierno que a veces me hacer recordar a mis sobrinos/as, e incluso parece necesitara ser padre. Es más me ilusiona mucho por como trasmites esos sentimientos de padre. Y eso que es muy común en las mujeres, pues ya ves a mi me está pasando. Supongo que los años es un indicativo de la madurez y cómo no de estar rodeado de las personas que quieres. Me alegra que te inicies con esta aventura de la paternidad y sobre todo experimentes ese apego que se crea entre padre e hija. Te felicito por supuesto por este blog que creo te leeré de vez en cuando, ya que aporta mucha fuerza, sentimientos y sobre todo apoyo incondicional para aquellos que buscan con ansías ser padre o madre.
¡Ese es mi Jaime! Me ha encantado la entrada, preciosa. ¡Enhorabuena por el blog! Te sigo y te leo.
No te quepa duda, amigo Jaime, de ese vínculo. Nunca podrá ser como el de su madre, porque ella la ha llevado dentro durante nueve meses, pero que es fuerte: más que nada en el mundo. Te lo digo yo 😉
Preciosa entrada. Disfruta de tu nueva vida. Vale la pena
Preciosa entrada y no dudes que siempre será tu niña. Disfrutala.
Querido Jaime:
Lo mejor de todo es que es el primero de los tantos abrazos que vendrán. Os deseo que descubráis muchas cosas juntos. Un abrazo.
me emociona este relato amigo yo lo he vivido con mis cuatro sobrinos a mi me dejaron entrar a verlos a nacer. Uno tengo en el cielo es un ángel que cuida a su padrino, Yo la verdad cuando los veía salís solo me daba por llorar de alegría